No cabe duda que el Delta del Ebro es un paraíso natural con un encanto sublime que cautiva a todos los visitantes, y entre las diferentes maravillas de este paraje se encuentra el gran potencial de pesca deportiva y recreativa.

El aporte de alimento que transporta el río Ebro conjuntamente con las características medioambientales de la zona son determinantes para que a lo largo de todo el año una gran variedad de peces se congreguen en sus inmediaciones y sean el deleite de miles de aficionados que visitan estas aguas.

Túnidos como el atún, la bacoreta, el bonito y la melva están presentes cerca de la costas del Delta del Ebro.

Las llampugas conocidas como dorados son visitantes habituales a partir de finales del mes de agosto, caballas y jureles están presentes casi todo el año.

Las anjovas y palometones se pueden encontrar tanto en la zona costera como dentro del río, sin olvidarnos de la lubina, que puebla las aguas salobres del río y marinas de la costa con grandes ejemplares.

Sepias y pulpos son los protagonistas de la época invernal y por último mencionar la ubicación de pecios que permite la pesca fondeados de muchas especies.

Sin ningún tipo de dudas el Delta del Ebro es tu destino de pesca.